Durante el siglo XIX el impacto de las revistas ilustradas
en la comunicación europea permitió que lectores de todo el continente
descubrieran imágenes del mismo gracias a las facilidades de reproducción.
Bilbao como ciudad no fue una excepción -tampoco fue el único lugar objeto de
este desmán de la ilustración, obviamente-, y este libro, Bilbao en las revistas ilustradas 1843-1900, de Javier Viar,
resultado de una exposición realizada en el Museo de Bellas Artes de Bilbao, es
un resumen de ello. Restringido al Gran Bilbao para acotar el objeto de estudio,
el libro se convierte en estudio de evolución históricovisual de la ciudad
durante especialmente la segunda mitad del siglo XIX, con la guerra carlista de
los años setenta (las batallas de Somorrostro y la entrada de Concha en Bilbao,
sobre todo) como principal foco, y el desarrollismo urbanístico e industrial
como segundo.
La víspera de la batalla, 1874, de Josep Lluís Pellicer
Puente e iglesia de San Antón, 1874
No obstante, el libro no deja de ser una compilación analizada
de imágenes artísticas, y un libro de crítica más que un desarrollo histórico.
De este modo, el foco principal son los autores y el estilo cambiante a lo
largo de las décadas de los diferentes autores, acompañado también de la mejora
de la técnica y las posibilidades de publicación. El método lleva a Viar a
recopilar las imágenes de cada revista y a repetir por ello determinadas
estampas de muchos acontecimientos históricos en páginas diferentes y en ocasiones
muy lejanas unas de otras. El prolijo análisis de publicaciones, autores y
láminas puede resultar exhaustivo para la parte digamos más esperablemente entretenida
de la lectura: el devenir histórico, el descubrimiento de lugares que ya no
existen, o el sueño de lugares que pudieron ser distintos a como son.
El roble secular de Arbieto, 1880, por Rochelt y Rico.
Visita de la Reina a la Orconera y a la Familia del Carmen, 1887.
Astilleros del Nervión, 1889
Las revistas ilustradas son un fascinante reflejo de una
forma oficial de hacer historia que hace 150 años empezaba a ser consciente de
las posibilidades visuales de la comunicación. Viar tiene momentos de buen
análisis en esto, al mostrar la escasa concienciación social que mostraban las
elegíacas imágenes de la dura vida obrera en las minas y hornos de finales del
XIX, o la visión moral que se desprende de las imágenes que diferentes autores
realizan de hechos similares. No obstante, el libro no es lectura del todo
fácil, a pesar de la multitud de ilustraciones: incondicionales de la historia
del arte, de la historia de Bilbao, y de la propia ciudad son sus principales
destinatarios. Pero la estructura comentada le pesa y requiere constancia
lectora. Tampoco ayuda los varios quintales que pesa, pero, je, Bilbao no
requiere menos…
Tablero del puente de Bizkaia, 1893. Josep Passos Valero
Preparativos del 1º de mayo, de Vicente Cutanda. Cuadro del museo de BB.AA. de Bilbao, base de algunas ilustraciones en las revistas.
Javier Viar (vía)