Me prometía algo distinto a lo ofrecido este libro de
ensayos literarios de la crítica americana Cynthia Ozick que llegó a mis manos
de los siempre generosos @Happyoutcast
y @Jonatandodo, tal vez por su
título (Critics, Monsters, Fanatics,
& Other Literary Essays), que apela sin duda a lo pop y a la
subcultura, que permitía intuir que una personalidad de la alta literatura bajaba
a las ciénagas de monstruos y vestidos de mallas para discernir la realidad, pero
que… resulta ser casi todo lo contrario. El ensayo principal es sin duda el eje
central del libro. De título un tanto largo y aparentemente críptico (The Boys in the Alley, the Dissapearing
Readers, and the Novel’s Ghostly Twin), este ensayo reivindica el papel del
crítico como figura analítica fundamental en la literatura, y denuesta las
actuales reseñas vacuas de gran repercusión accesibles a todo tipo de lector
gracias a las redes sociales y nuevas tecnologías.
No es que le falte razón a Ozick (admite, por supuesto,
excepciones), no es que argumente sin brillantez (y es convincente, y estoy de
acuerdo con ella en muchos momentos), y no es que obvie o desconozca las
circunstancias de la influencia de la tecnología en el mundo literario actual
(de la escritura a la publicación), pero las concesiones a los nuevos medios
son demasiado escasas, considerando su potencia actual, su potencial de
difusión, y que incluso los grandes
críticos pueden actualmente ser tan leídos (o más) en estos medios como en los
tradicionales. Seguramente, entiendo, no tendría nada contra esto, dado que son
los contenidos (y la capacidad para crearlos) los que le parecen relevantes,
pero no puedo evitar enmarcar a Ozick en un tipo de opinión que demoniza el
medio sin, tal vez, aprovechar sus posibilidades para los objetivos buscados, y
sin pensar que los fallos educativos en los nuevos tiempos no se entienden en
relación a este factor.
El libro, posteriormente, utiliza los nombres metafóricos de
los monstruos y los fanáticos para hablar de la época de oro de la crítica
literaria, de episodios literarios peculiares y algo olvidados (como la poesía
hebrea en los EE.UU.), y de un numeroso conjunto de grandes autores, desde Bellow
a Amis,
que en general muestran un gran interés por la tragedia judía del siglo XX y su
influencia en la ética y pensamiento de la literatura. Ozick pertenece a ambas
comunidades: es de origen judío y de familia de escritores; su juicio suele ser
preciso, y su ritmo nunca decae (argumentando tal vez en contra de su propia
percepción de la crítica como género literario, aunque aquí Ozick evite apelar
de facto a lo imprescindible de su subjetividad). Pero tal vez la extensión en
el tema de estudio sea excesiva para un lector no avisado.
Cynthia Ozick (vía)