8 de marzo de 2013

Enterrar a los muertos




Llego a esta novela por caminos cinematográficos y literarios. Por un lado, su escritor es Jonathan Safran Foer, el autor de Everything is Illuminated, su primera novela y una película de interés que dirigió Liev Schrieber . Por otro, Extremely Loud & Incredibly Close conoció su propia adaptación cinematográfica de la mano de Stephen Daldry, el especialista en adaptar literatura-de-prestigio del que hablé al comentar El lector. EL&IC, como película, no me gustó, y el libro, aunque mejor llevado, me ha parecido fallido.


EL&IC es una de las novelas de duelo por el 11S que la narrativa norteamericana ha ido publicando en la década larga desde el atentado que inicia la historia del siglo XXI. En ella Oskar Schell es un niño de 9 años solitario e impopular, pero imaginativo e hiperactivo, que encuentra entre los recuerdos de su padre (muerto dos años atrás en el World Trade Center) un sobre con la palabra Black y una llave dentro. Decide buscar al propietario de la llave intentando con ello suplir la ausencia de su progenitor y buscar el rostro de un padre que no volverá. Su aventura (buscar entre todos los apellidos Black de Nueva York) es el principal puntal de la narración, que se completa con dos ejes más: las cartas que el abuelo de Oskar –quien abandonó a su mujer cuando estaba embarazada- escribió y no envió durante 40 años a su hijo ahora muerto, y el diario que la abuela de Oskar escribe en forma de mensajes precisamente a Oskar intentando aliviar su propio dolor.

Richard Drew es el autor de esta foto icónica del 11S (vía)

Creo que sacar adelante un cóctel familiar y sentimental así requiere de una potencia que JSF aún no tiene, o al menos no ha encontrado en esta obra. Considero un error potenciar la historia de la familia de los padres del padre de Oskar, porque se alimenta de un recuerdo dramático propio (el bombardeo de Dresde en la II Guerra Mundial que ambos sufrieron), cuya sombra sobre el 11S es, si se piensa en profundidad, cuando menos discutible más allá de la simplicidad narrativamente obvia, en una obra de estas intenciones, de la barbarie humana.


Aún así, la novela tiene grandes momentos de escritor lúcido. Dibuja bien al niño, bajo cuya capa de optimismo biempensante y sentimiento de pérdida mainstream se oculta un pequeño loco inaguantable y al borde de la esquizofrenia, y al que le conviene agotarse haciendo millas buscando al señor Black correcto (y espero no equivocarme en esta apreciación: si JSF no pretendía dibujar así al niño entonces el libro ya sería un pestiño terrible). La imaginación de Oskar puede ser malévola: su observación sobre el hecho de que en el planeta existen actualmente más vivos que todos los habitantes del mismo en toda la historia de la humanidad acaba con la conclusión de que no existirían calaveras suficientes para que todos pudiéramos interpretar a Hamlet y llorar por nuestro pobre Yorick. O su innovadora propuesta de una limusina lo suficientemente larga que le permitiera entrar en ella desde el portal de su casa y salir por la puerta delantera delante del cementerio donde van a enterrar el ataúd vacío sin el cadáver de su padre.

Sólo Hamlet recuerda la cara de Yorick (vía)

Posiblemente a JSF le falta la maestría de un Auster, quien se deja arrastrar decididamente por la negrura para evitar que su propio sentimentalismo se escarche como un postre de Navidad, o de un Rchard Ford o Jonathan Franzen, que gozan de mayor penetración psicológica y son más sutiles al desenvolver la relación entre el drama de la pérdida y la farsa necesaria e inevitable de la familia. La planificación mecánica de EL&IC lleva a una estructura tramposa que impide aflorar el posible talento del autor más allá de sus imágenes cautivadoras...

The new, overhanging roof protected the books from rain, but during the winter the pages would freeze together, come spring, they let out a sigh

Jonathan Safran Foer y bufanda (vía)



2 comentarios:

  1. Demoledora esta reseña, ¿no?
    Y ante la doble decepción (cinematográfica y literaria) todavía me rindo más a tu capacidad de afrontar "imposibles" ;)

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  2. bueno, la novela venía con gran prestigio y la tenía en casa antes de que la película empezara a rodarse, así que había que darle cumplimiento, que nunca se sabe. Potencial tenía, y peligros (el 11S, historia con niño y drama, etc...) también. Así es el riesgo, ja!

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