29 de agosto de 2012

La familia de cristal




Es curioso que con el grato recuerdo que tengo de las dos lecturas de El guardián entre el centeno, este Franny and Zooey me haya resultado pesado aún reconociendo el lenguaje y los temas de interés de J. D. Salinger, el mito de las letras norteamericanas fallecido en 2010.

Franny and Zooey son dos relatos cortos relacionados entre sí. Los dos protagonistas son los dos hijos más jóvenes de la familia Glass (Salinger tiene más relatos con esta familia como protagonista). Franny es la menor y en su relato se narra la conversación que mantiene en un retaurante con Lane, su novio, al que va a visitar un fin de semana. Durante la charla van haciéndose presentes los problemas psicológicos de Franny Glass, al parecer relacionados con un libro que está leyendo sobre los sacrificios en el cristianismo. El relato, comenzado de una manera clásica, alcanza una gran extrañeza y acaba abruptamente, en una ruptura temática, literaria y personal.

Zooey sin embargo empieza con la larga conversación entre Zooey Glass y su madre mientras el primero se baña y acicala en el baño. El relato va enseñando claves para la explicación de los problemas de Franny (que está en la casa después de haber vuelto de su cita) y del conjunto de la familia. Zooey es un actor de 25 años que hace uso de sus dotes de interpretación en sus relaciones familiares, y que intenta encauzar a Franny para que se tome con más tranquilidad la vida, aunque con cierto victimismo que Zooey usa con su madre y sus ausentes hermanos mayores.

Zooey, en el baño (vía)

Tal vez el contraste principal esté en el enfoque del tema, que mientras en El guardíán entre el centeno anticipaba el vacío existencial de la adolescencia como conflicto vital moderno, en Franny and Zooey resulta explicativo, psicologista, y, por momentos, incluso denunciador del papel de las religiones sectarias en la educación tanto racional como sentimental de los jóvenes. Este tratamiento del conflicto es tal vez poco sutil literariamente pero ahora está superado también vitalmente por otros conceptos como el abuso o el acoso y no consigue la fuerza esperable. En cierto modo, su mirada sobre la juventud de la postguerra, que es la que rompe definitivamente el antiguo rol inexistente de la adolescencia, resulta menos incisiva.

Me quedo sin duda con esa larga conversación entre Zooey y Bessie (su madre), con el pudoroso muchacho celoso de su intimidad pidiendo de continuo a su madre que le deje terminar en el baño, mientras ésta insiste en sacar a escena los fantasmas familiares. Encuentro en esa conversación agónica mucha verdad alegórica: la carne contra el recuerdo, la ascendencia frente a la inocencia juvenil. Salinger es algo evasivo y parece narrar conflictos escasos, tal vez superados, pero da lugar a momentos literarios maravillosos como éste. Franny y Zooey son desde luego personajes bien perfilados y la fragilidad que su destino parece asumir alcanza con fuerza al lector.

Última foto realizada al muy asocial J.D. Salinger (vía)


9 comentarios:

  1. Es curioso, a mi en cambio, Franny y Zooey me llegó muchísimo más que El guardián entre el centeno. Supongo que es debido a que ste tipo de Literatura es capaz de iluminar las diferentes oscuridades creadas por la particular orografía interior de cada uno. Coincido contigo y me quedo con la parte de Zooey...¿Es posible que haya una película sobre ello? ¿Te suena? Ahora me vienen imagenes del joven en la bañera y de su madre apoyada en el quicio de la puerta...

    Aprovecho para comentarte que este verano he leído "El arte volar" de Antonio Altarriba. Quería enviarte un e- mail comentando lo mucho que me ha gustado y agradecerte la reseña y recomendación. Aunque tiene similitudes, tenías razón en que no es exactamente un Maus pero que no tiene nada que envidiarle. Me ha encantado el hombre que se describe, sencillo e íntegro en su contraste con ese entorno tan conocido. Lo dicho, gracias!
    Un abrazo,

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  2. El guardián entre el centeno, como historia, me supuso una gran decepción. Supongo que las expectativas despertadas por su aureola contribuyeron a esa sensación, pero nunca he tenido interés por comprobarlo. Lo del vacío existencial (en ese sentido la sociedad parece enferma de adolescencia crónica) cada vez me carga más, es como si todos estuviéramos abducidos por el complejo de la inmortalidad.

    No sé si este me gustaría, en todo caso no sabes como celebro tus reseñas para poderme acercar a mucho libros que no leeré. Creo que en temáticas literarias yo soy la oveja negra en este blog.

    Curiosa descripción la expresión de “narrar conflictos escasos”. Supongo que es algo que gusta hoy en día… hasta que los conflictos se nos caen encima.

    Por cierto, aún no tengo el libro que fui a buscar el otro día, no lo había. Pero acabo de hacerme el carnet de bibliotecas, a ver si hay suerte. Ya ves que voy poniendo en marcha las anotaciones mentales que fui haciendo en tu tierra ;)

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  3. Lo único que he encontrado, Manel, es esto: http://www.imdb.com/title/tt0114092/
    Parece una peli iraní en la que pillaron el relato e hicieron una peli sin consentimiento del autor. A mí me suena que este no ha cedido derechos para hacer pelis de sus libros... aunque se supone que ha inspirado muchas, unas más reconocibles que otras: http://www.time.com/time/photogallery/0,29307,1957576_2030486,00.html
    Obviamente, se buscan siempre referencias del guardián, y de la familia glass prácticamente se menciona sólo Los Tennenbaum, de Wes Anderson (y le veo su punto de razón, es cierto). Ahora, no recuerdo yo una escena de baño con madre, aunque pudiera ser, que Anderson es un tipo muy leído y muy peculiar en sus referencias. Si la vuelvo a ver ya te comentaré!

    y sí, tienes razón, tal vez Salinger apele a partes no diré reprimidas pero sí subconscientes de las que no somos conscientes hasta que nos las representan. No es cuestión tampoco de identificaciones (Dios me libre, que lo de Caufield y los que se sienten identificados con él es más bien traumático), pero tiene capacidad para definir psicológicamente muy bien a los personajes.

    Me encanta que te haya gustado el libro de Altarriba, es toda una joya. Él es también un hombre afable y sabio en su trato directo. Si tienes oportunidad, pasa por bcn para alguna conferencia o similar, no lo dudes...

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    1. Sí, la definición psicológica de los personajes y la inteligencia (que para mí adquiría a veces una profundidad abisal) de las conversaciones...es sobre todo esto último lo que me cautivó. Gracias por el enlace, puede que se tratase de teatro (?) o que me lo haya imaginado... más que una virtud suele ser uno de mis handicaps principales :)). Muchas gracias!

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  4. Supongo Isabel que El guardián es, como el Ulises, otra de esas novelas que hace unos años era obligatorio leer, ¿verdad? He leído en wikipedia que hasta 1978 su título en castellano fue otro (el cazador oculto), y me da la sensación de que fue otra de estas publicaciones esperadas, necesarias. Si además se le añade la fama del asesino de Lennon que decía inspirarse en el protagonista, pues ya tenemos una ensalada completa.

    yo aprecio mucho el guardián, porque la creo reveladora de una época y un tiempo en que se nacía la adolescencia, y porque lo combinaba con la filosofía imperante del momento, el existencialismo de la postguerra, época en la que la desesperación y el nihilismo vitales eran en cierto modo esperables tras haberse vivido lo inimaginable. Luego digamos que la adolescencia (norteamericana) se mercantiliza brutalmente en los cincuenta y sesenta, y pierde en cierto modo este matiz, que para el libro parece 'recuperarse' con los setenta, es decir, con la crisis. Así que... es interesante ese matiz que dices sobre la actual sociedad adolescente en ese sentido. Yo no lo veo del todo así (puesto que no veo un país por hacerse, sino por reinventarse), pero el punto merece discusión, tal vez en otro foro...

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    1. Bueno, cuando yo la leí no creas que por aquí circulaba aún demasiado.

      Uf! Creo que fui demasiado contundente en algunas afirmaciones, tampoco es que lo vea todo tan radical, (en realidad soy la reina de los pero, sin embargo...) Pero sí, no es un mal debate :)

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  5. Confesándome, sí confieso y me acuso, he tenido varias veces El guardián entre el centeno en las manos, y nunca he podido empezar, a lo mejor el exceso de aureola me ha echado para atrás. Se que soy raro, pero ese exceso de unanimidad, la no existencia de grietas siempre me ha resultado sospechoso, no así el escritor, personaje que me resulta fascinante.

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  6. Vaya! Es cierto que el libro tiene una unanimidad crítica completa, pero diría que no es un libro de un gusto masivo entre lectores, al menos con el gusto actual. Yo he visto comentarios de gente que lo considero un tatno pasado y superado, y los hay también que lo aprecian casi como novela que recoge un momento histórico de la adolescencia. Yo te animaría, creo bien que podría gustarte. Al menos, je, es corta...

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  7. Jajajajajaja, adorei, como dicen los portugueses la última parte, jajajaja

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