Pensar en Joann Sfar como un clásico y comprobar en la
pestaña de este libro que es más joven que yo ha sido un pequeño mazazo…
compensado por este fresco librito dibujado y escrito por él, El señor cocodrilo está muerto de hambre,
donde un cocodrilo que debe buscarse el sustento es un maravilloso protagonista
que se mueve en el mundo moderno.
En la aventura del cocodrilo en busca de alimento, Sfar
juguetea a la vez con un planteamiento lúdico basado en la humanización
imposible del animal –comportándose con la educación dada por sus padres, o
vistiendo a la moda según el ambiente- y un somero dibujo social sobre las
dificultades de un individuo hambriento. Ciertamente es predominante el primer
aspecto, entiendo que por la colección de publicación original (Gallimard Jeunesse) este es un
libro para niños y jóvenes. Pero claro, a este cocodrilo un tanto primario pero
colega honesto (sobre todo de una niña que le ayuda y le quiere civilizar
consiguiéndolo a medias), que necesita ir a la ciudad porque en el campo todo
son dificultades, al que un cerdo vestido de traje ofrece alimento para salvar
sus propias carnes en perjuicio de una piara cercana, y que acaba en una cárcel
porque la policía le detiene por salir a comer (humanos, claro), explica, como
en las antiguas parábolas a los niños, determinados peligros y modelos de la
vida actual. Viajamos un tanto de Samaniego al George Orwell de Rebelión en la granja.
Sfar no fuerza esta parábola, ni pretende cerrar una lección
moral, ni hace, menos mal, discursos. El divertimento y la alegría destacan con
esa facilidad que en efecto tienen los que conocen con maestría su oficio. Por
ello hay un gozo vital en el dibujo y entusiasmo de este cocodrilo emprendedor
que hace que este libro sea encantador. ¡Aunque se tengan más años que el autor
y ya no se sea un niño!
(Encantadores seres son también los que me regalaron este
volumen, aunque sólo uno tenga una
web en la que debiera prodigar más sus talentos. ¡Gracias!)
Joann Sfar (vía)
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