19 de septiembre de 2014

Servidumbres de luz


Hay dos momentos importantes en Antigua luz, la última novela del último Premio Príncipe de Asturias de las Letras, en las que el autor, John Banville, habla de sí mismo y de su escritura a través de un pequeño artificio literario. En el primero, el narrador (un actor sesentón de teatro que va a interpretar una película por primera vez) lee un libro titulado La invención del pasado, cuya prosa le parece afectada, retórica, antinatural, sintética y densa, ecléctica y de falsa erudición, aunque le reconoce un ingenio esporádico y mordaz. El párrafo es chocante, pues el estilo de Banville en su libro encaja con precisión en estas características, y, además, el ataque resulta algo gratuito en un personaje en general taciturno y por realizarse contra un escritor –el de ese libro citado- sin apenas peso como personaje en la trama. El segundo momento sucede casi al final: el protagonista visita a la hija de su antigua amante, que

Me despidió en una esquina del claustro, a través de una poterna… Ah, cómo me gustan las palabras antiguas, cómo me consuelan…
En efecto, poterna no es la única palabra que hace tirar de diccionario en esta novela ahíta de espléndidos vocablos como sufusión, cauro, motacila, giróvago, fetor, fermata, etc… palabras castellanas surgidas de la pluma del traductor (Damián Alou) que habrá bregado tanto con estos cultismos en dos idiomas como con ese estilo banvilliano.


Lo antiguo tiene varios niveles en este libro. Está en el título, Antigua luz, o, en el inglés original, Ancient Light, que se traduce por ‘servidumbre de luces’, concepto jurídico que tiene que ver con el espacio obligado entre casas y lo que puede verse a través de las ventanas que se abren en las paredes. Ese espacio metafórico se refleja en la luz que la memoria trae al protagonista, que recuerda el verano para él luminoso que pasó a los 15 años, enamorado de y teniendo una aventura con la madre de su mejor amigo, de 35; bajo una memoria caprichosa y una sensualidad de precisión analítica, el narrador recrea escenas, momentos y sensaciones de cuya veracidad duda, y sobre las que la luz de la memoria no consigue brillar por completo. El propio personaje utiliza ese lenguaje de palabras antiguas, y nunca salió del arte antiguo del teatro como profesional; hasta ahora, que le da una oportunidad al cine.

A este recuerdo principal se suman las dos tramas actuales: la película que va a interpretar en compañía de una joven estrella cinematográfica, y el recuerdo del suicidio de su hija Cass, hace 10 años. La red de relaciones paterno-filiales y amorosas en los tiempos de la novela es un edificio subyugante, aunque a veces parezca algo artificial, o que pueda buscar un final más adscrito al género puro, creando expectativas algo confusas en la lectura.

John Banville como escritor parece todo un personaje: usa un heterónimo, Benjamin Black, para sus novelas negras. Una novela de Banville cuesta años de trabajo, pero una de Black apenas unos meses. Confiesa que su personalidad como autor cambia radicalmente. Dice odiar sus novelas, su estilo imperfecto, y no leer críticas porque ya conoce antes de que nadie se lo diga dónde están sus errores. Le gusta escribir series de novelas, y de hecho Antigua luz es la tercera protagonizada por ese actor desmemoriado. Es aspirante al Nobel y cuando le analizan surgen los nombres de Joyce, James, Nabokov o incluso Proust.

Calor británico (vía)

En vez de recordarme a esos autores, el universo de relaciones prohibidas en pueblos británicos durante el verano me recordó a otros autores de personalidad fuerte como William Trevor o Ian McEwan, aunque las diferencias con las tramas en Verano y amor, o Chesil Beach son abundantes. El paralelismo es mayor con la trama de Verano del 42, aunque no he leído la novela. En Antigua luz sin duda se impone el peso de la prosa elaborada de Banville, cuyos defectos que él mismo subraya se manifiestan también y a menudo como disfrutables virtudes por la potencia metafórica, la ironía profunda que alcanza, y la lucidez psicológica. Esta precisión poética, de lenguaje culto y mirada al pasado, es buscadamente elaborada y define perfectamente a su protagonista, cuya falta propia de ternura por los personajes que fueron él y su amante salta a la luz de los múltiples espejos en que se mira. Aun así, esa historia, que tiene un final espléndido en la continua reflexión (proustiana,sí) sobre el papel de la Memoria, supera en fuerza y definición a las ambientadas en la actualidad, algo alargadas y con personajes y situaciones más obvios, aunque en cierto modo lo exige la construcción global de un libro con momentos de intensidad casi aterradora.

John Banville (vía)


2 comentarios:

  1. personajes y situaciones más obvios”.

    Interesante esto, ¿nos estaremos volviendo demasiado obvios en todo?

    Por otros motivos, más relacionados con proyectos en curso, me ha resultado interesante el concepto jurídico de “servidumbre de luces”. No lo conocía pero seguro que ahora me lo voy a encontrar, si no de forma explicita sí como mecanismo para entender algunas cosas.

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  2. Ay, pues no sé si somos más obvios, así en general, que hace unos años... En este caso, se le ven más las costuras a los relatos de la época actual, pero no sé si es buscado en la novela. Yo no hablaría de desgana del autor, pero tal vez que lo taciturno del propio personaje y su edad y hechos representados se ven empujado por la luminosidad del recuerdo de la otra historia.

    yo también desconocía la cuestión de la servidumbre de luz, pero el concepto se encuentra en fuentes que hablan de las servidumbres en general, y normalmente va de la mano de la servidumbre de paso, que sí nos es más familiar. Luego pensando en la servidumbre de luz me acordé de una peli argentina reciente que trataba sobre cómo estas cosas envenenan a los vecinos que era francamente interesante: El hombre de al lado. Un link sobre la peli y el Rollo que le dediqué, por si tienes un ratín...
    http://www.imdb.com/title/tt1529252/
    http://goioborge.com/episodios/El%20Rollo%20de%20Goio%20-%2086.mp3

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